NO RECHAZAREMOS LA PIEDRA ANGULAR.
SOBRE EL CIMIENTO DE TU CUERPO
LEVANTAREMOS LA CIUDAD. (bis)
1. Una ciudad para todos.
Un gran techo común.
Una mesa redonda como el mundo,
Un pan de multitud.
Un lenguaje de corazón abierto,
Una esperanza.
“Ven Señor Jesús, Ven Señor Jesús”.
2. Suben las tribus del mundo,
Suben a la ciudad.
Los que hablan en lenguas diferentes
Proclaman la unidad.
Nadie grita: “¿Quién eres?, o ¿de dónde?”
Todos se llaman hijos de la paz, hijos de la paz.