1. Empapado de mi ser,
de mi tierra y carne mortal,
temblando de amores, un niño,
un Dios se nos da.
DE LOS CIELOS DESCIENDE EL ROCÍO,
DE LA TIERRA HA BROTADO UNA FLOR;
UNA VIRGEN NOS DA A SU HIJO
QUE A UN TIEMPO ES HOMBRE Y ES DIOS.
2. El inmenso vive aquí,
se hace tiempo la eternidad,
latidos de hombre nos aman,
amor celestial.
3. En la tierra virginal
de una humilde y pobre mujer,
el cielo se siembra
Y el mundo empezó a florecer.