1. Jesús, toma mis manos llenas de sangre, polvo y sudor;
Mis fuerzas ya se han gastado y tengo ronca, Señor, mi voz.
Yo seguiré llevando al mundo tu luz, tu paz y tu verdad;
seguiré siendo tu fiel vagabundo aunque me duela la soledad.
Sé que mereces, oh Señor, dones mejores, oh Señor,
manos repletas, oh Señor, que puedan dar, oh Señor,
aunque mis manos, oh Señor, estén vacías, oh Señor,
yo siempre hice, oh Señor, tu voluntad.
2. Jesús, toma mis manos. Ya está sembrada tu salvación;
mucha simiente cayó en secano, otra entre piedras o abrojos en flor.
Perdóname si te he fallado; yo no lo supe hacer mejor,
yo sé, Señor, que harás el milagro de que entre cardos nazca una flor.
Toma mis manos, oh Señor, entre tus manos, oh Señor;
rompe mi frío, oh Señor, pon tu calor, oh Señor.
Y éstas, mis manos, oh Señor, que son tus manos, oh Señor,
no son de carne, oh Señor: son de amor, son de amor.