1. He combatido contigo
toda la noche y a ciegas,
entre la luz y la sombra
de tu presencia y ausencia.
¿DÓNDE ESTÁS,
DIOS DE MI PELEA,
QUE MÁS HONDO HIERES
CUANDO MÁS TE ALEJAS?
2. Traigo cansadas las manos
de no alcanzarte con ellas,
mientras me duelen las tuyas
donde es mayor mi tristeza.
3. Vuelvo después a mis cosas
como si nada ocurriera,
pero me notan que llevo
sangrando la indiferencia.