YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA:
QUIÉN CREE EN MÍ, AUNQUE HAYA MUERTO, VIVIRÁ,
Y TODO EL QUE VIVE Y CREE EN MÍ
NO MORIRÁ ETERNAMENTE.
1. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
2. Suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.
3. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian.
4.Realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.