PERDÓNAME, MI DIOS, SÉ QUE TE OFENDÍ,
PERDÓNAME, MI DIOS, ME ALEJÉ DE TI.
PERDÓNAME, MI DIOS, SÉ QUE TE OFENDÍ,
PERDÓNAME, MI DIOS.
No he de mirar mi barro y mi pecado,
mis miserias me hundirán;
he de mirar tus ojos de ternura
que me animan a levantar.
Tu misericordia es eterna,
Tú comprendes mi corazón.
Mil veces caigo, mil veces perdonas,
no tiene fin tu amor.