Cristo que estás oculto en el sagrario,
y en él prisionero por nuestro amor,
tiéndenos tu mano,
préstanos tu ayuda en el dolor;
Tiéndenos tu mano,
préstanos tu ayuda en el dolor.
Veo tu rostro en los pobres marginados,
veo tu rostro en mis hermanos indefensos;
esos nuevos cristos,
cristos que han perdido sus derechos.