1. Maestro Bueno, yo quiero alcanzar
la vida eterna y la felicidad.
Ya he cumplido todo cuanto pediste,
pero mi alma se inquieta mucho más.
Mi vida entera no deja de entender
que yo he nacido para la eternidad.
En Dios descansa mi débil corazón.
Maestro Bueno, dime qué debo hacer.
VEN, Y SÍGUEME,
VEN, YO SOY EL CAMINO.
YO SOY LA VERDAD, YO SOY LA VIDA,
HE VENCIDO A LA MUERTE,
YA NO PUEDES TEMER.
VEN, LEVÁNTATE,
VEN, A TI TE LO DIGO.
BUSCA EN TU INTERIOR
UNA GRACIA INFINITA, UN TESORO DIVINO,
QUE PODRÁS REPARTIR.
2. Ya todo eso lo puedo comprender,
pero la duda y la debilidad
buscan herir mi anhelo noble y santo.
Amigo Bueno, ayúdame a vencer.
La santidad es un don que se haya en todos,
brota y florece creyendo de verdad.
Quisiera fuerzas para poder vivirla.
Maestro Bueno, yo la quiero alcanzar.