1. Del cielo vino un enviado,
la Virgen pobre se turbó.
Un "sí" consciente y confiado,
y el lirio blanco floreció.
Tú la esposa del carpintero,
templo y madre del mismo Dios.
Todo el cielo cuajó en tu seno
y en un cielo te convirtió.
2. De Eva vino nuestra muerte,
del Ave nuestra redención.
El mundo debe agradecerte,
hallar en Ti su salvación.
Tú la esposa del carpintero,
templo y madre del mismo Dios.
Todo el cielo cuajó en tu seno
y en un cielo te convirtió.
3. Yo quiero, Madre, como un niño,
buscar tu amor y protección
cantando traigo mi plegaria,
acoge siempre mi oración.
Tú la esposa del carpintero,
templo y madre del mismo Dios.
Todo el cielo cuajó en tu seno
y en un cielo te convirtió.