1. Le dije a una estrella,
a un ascua de luz,
¿hay alguien más bella,
más clara que tú?
La estrella reía
en gozoso temblor,
y me respondía:
Señor, más clara es María.
2. Vestida de armiño
la nieve nació.
La mano de un niño
su cuna le dio.
La nieve es tan pura
que se derritió,
y así me decía:
Señor, más pura es María.
3. La flor y el lucero
saludan al sol.
Ensaya un jilguero:
Do, re, mi, fa, sol…
¡Qué azul es el día,
qué bello el color!
Y yo sonreía:
Señor, más bella es María.