Llega el día, la aurora de la salvación,
cuando el pueblo se llena de esperanza.
Llega el día, la aurora de la salvación
porque el día a la noche venció y el sol brilló.
El Señor trae la paz, viene con la verdad,
y en sus manos ya brilla la antorcha de libertad.
Llega el día, la aurora de la salvación
porque el día la noche venció y el sol brilló.
Preparad los caminos del redentor,
del Salvador, allanad al Señor los senderos;
enterrad el rencor, la esclavitud, la humillación
porque Él nos dará la salvación.
Con su brazo abrirá mis caminos,
a su lado seré peregrino.
Llega el día, salid al encuentro de Dios,
preparad el camino al Señor libertador.
El destierro acabó, el desierto pasó,
la esperanza brilló, de la mano de Dios.
¡Ven Señor, Salvador!"