TE OFRECEMOS, PADRE ETERNO, GRAN SEÑOR,
LAS OFRENDAS QUE HOY PONEMOS EN TU ALTAR;
Y CON ELLAS NUESTRA VIDA Y TODO LO QUE SOMOS.
1. Por los campos disperso en espigas,
hecho pan te ofrecemos sus granos,
como signo de unión y de fe.
2. Este pan memorial de su muerte
te ofrecemos, Señor, y oramos:
Sé propicio a tu pueblo, Señor.
3. De su sangre es figura este cáliz,
por la Nueva Alianza, vertida
para dar del pecado el perdón.