Te ofrecemos, Señor,
sacrificios y oraciones de alabanza,
recíbelos por las almas
de quienes hoy hacemos memoria.
Hazlas pasar de la muerte a la vida
que en otro tiempo prometiste a Abraham
y a su descendencia para siempre.
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA,
QUIEN CREE EN MÍ, AUNQUE HAYA MUERTO VIVIRÁ,
Y TODO EL QUE VIVE Y CREE EN MÍ
NO MORIRÁ ETERNAMENTE.