Gloria, honor y alabanza
resuenen en tierra y cielo
ensalzando vuestras glorias
invictísimo Lorenzo.
Los tesoros de la Iglesia
y tu cuerpo en vivo fuego
abrió las puertas eternas
para daros digno premio.
Gloria, honor y alabanza
por tu amor y tus tormentos
porque fuiste con tu vida
de las almas el ejemplo.
Oh, diácono Lorenzo,
oh mártir del Señor,
haz que arda el mundo entero
en fuego del amor.
Haz que arda al mundo entero
en fuego del amor.