Dentro de mi alma, cantando de alegría,
sol de mil colores, estalla un surtidor.
Quiero amar a todos lo mismo que María,
quiero ser de todos amando un mismo amor.
1. Tú, Señor, me dices que te siga,
sé muy bien a dónde debo ir.
Porque estás en todos mis hermanos,
y en su amor te estoy amando a ti.
2. Tú, Señor, qué solo estás a veces
tu dolor profundo y sin hablar.
Un temblor de manos ya cansadas
3. Tú, Señor, hambriento de cariño,
hallarás refugio en mi jardín.
Floreció de rosas muy pequeñas
mas tendrás un sol que compartir.