SEÑOR, TÚ TIENES PALABRAS,
PALABRAS DE VIDA ETERNA.
1. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
2. Los mandatos del Señor son justos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
3. La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
4. Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulce que la miel
de un panal que destila.