1. Como el ciervo al agua va, vamos hacia ti, Señor.
Pues de ti tenemos sed, fuente del eterno amor.
CAMINAMOS HACIA TI CON ALEGRES CÁNTICOS;
HOY VENIMOS A TU ALTAR, PARA AMARTE MÁS, SEÑOR.
2. Quién escucha mi gemir dice “¿Dónde está tu Dios?”
El Señor se encuentra aquí en la voz de júbilo.
3. Ya mi llanto ha de cesar; el Señor es Salvador.
Cuando tenga que sufrir en ti pensaré, Señor
4. Gloria al Padre eterno, gloria al Hijo Redentor.
Gloria al Espíritu que nos une en el amor.