LAS PUERTAS DE TU CASA ESTÁN ABIERTAS,
ABIERTAS DE PAR EN PAR,
DE PAR EN PAR ABIERTOS
TUS BRAZOS SIEMPRE ESTÁN.
1. Y llegamos a tu casa y, sentados a tu mesa,
escuchamos tu palabra y comemos de tu pan.
Y esperando en tus promesas, y en tu amor que nunca falla,
disfrutamos de tu cena y de tu hospitalidad.
2. Y en ambiente de familia, nos revelas tus designios,
nos descubres tus caminos en un clima de amistad.
Y en amor y en confianza albergamos la esperanza
de traer a otros amigos a que coman de tu pan.