1. Palabra que fue luz el primer día,
y en boca de profetas fue clamor;
denuncia, compromiso y fuerza viva,
eterno resplandor.
2. Palabra como zarza siempre ardiente,
palabra como lluvia en pedregal;
Palabra como el sol en nuestra frente,
impulso hasta el final.
3. Palabra que en la tierra habitaría,
cuando el tiempo llegó a la plenitud;
Palabra que, en el seno de María,
nos trajo la salud.
4. Palabra que, sin ser palabra vana,
es carne y sangre de nuestro existir;
y ríe y llora y se hace voz humana,
y sabe compartir.
5. Palabra que es el sí definitivo,
amén y conclusión de nuestra fe;
el día en que veremos al Dios vivo,
viviendo siempre en Él.